lunes, 12 de octubre de 2009

El Sendero Alternativo

Sé de las cacofonías del camino mil veces transitado
Soy el viajante que lidera con caminar hecho trizas
Eres la única luz que hermosamente propone un sendero alterno
Un sendero verde, flanqueado por vergeles
Repletos de flores malditas.

Son malditas, si errante alguno comiese alguna vez de sus pétalos
Pregonaría en él la eterna agonía
La mera que en mí se halla tan viva
Yo comí de los encantos de dichos huertos
Y me revolqué en ellos en eternas jornadas de alegría.

Y ahora empiezo a transitar de nuevo, con pasos de mil toneladas…
¿Cómo puede uno olvidar las eternas flores de seda?
De tan hermosas, el sólo contacto con ellas limpia las heridas;
La tierra bajo el huerto parece algodonada
El caminar es de nuevo el ligero primer paso de un infante;
Cómo olvidar entonces que la sangre, el sudor y el llanto
Son insignificancia en tus brazos, en tus risas.

Sé de esta eterna agonía, soy partícipe diario de todos estos hechos
Y soy el único en tan terrible empresa
Pues jamás hubo ni habrá un sendero tan vívido y al mismo tiempo tan glorioso
Cual el sendero que eres tú,
No tengo otra opción que rechazar tu invitación sutil
A quedarme para siempre en tu abrigo,
A sentirme para siempre en un universo dormido,
Con la certeza de que jamás estaré soñando…

Volveré a ti, en cada noche,
Volveré y espero me albergues cada día
Por que en ti encuentro siempre alguna respuesta a mis faltas
Y a falta nueva, nuevo lino
Para llenar, para limpiar el llanto.

Y es este el equilibrio que he encontrado:
Las interminables cacofonías del camino pesado
Se me hacen diminutamente tolerables, tan sólo para volver a ti
Mi sendero alternativo, mi estrella iluminante
Única en el cielo azabache, despejado,
Saboreo el ansia entonces, la desesperanza
Para introducirme una vez más, de noche
En tu vergel, a dormir entre tus brazos.

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