lunes, 28 de septiembre de 2009

Sal

En mi necesidad de encontrarle
Un género a todas las cosas
(El árbol, que sostiene a las hojas,
O las hojas
Que por el árbol son sostenidas.
Los muérdagos, que en espera de las personas
Tan sólo encuentran prisa.)
Jamás le encontré un género
A “Sal”
Sal, que sobre el ocio es sal que duerme
Sal, que sobre las heridas es sal que vive
En júbilo
Sal, sobre el camino
Es sal que ha sido gastada
Pues no es pavimento ni señal de salida
Sal, que sobre las comidas
Es pasión, es fiesta…
Sal, sobre el ansia
Es pesar y melancolía.

No entiendo cómo una cosa
Puede tener tantos géneros
Y tan distintos
Tipos de sonrisa
Por hoy, para mí,
Es una mueca sombría
La Sal.

domingo, 27 de septiembre de 2009

El Camino

No me fío del sonido
Del olor de la lluvia
Para comprender que estoy vivo,
Las consecuencias de mis decisiones
Yacen en el camino
De todas las cosas en las que confío:
El resabio de mis sueños,
El diseño de los mismos,
La plenitud de tu sonrisa
La confianza en el tiempo
(Este mismo segundo
Es mejor que el pasado)
Pero no hay cosa alguna
Que me haga saber que soy,
Que vivo
Como el más cotidiano de tus besos.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Tiempo y Lágrimas

Quien, en el auspicio de la muerte,
Ha llorado
Poco o nada tiene que decir,
Tal vez en falta de tiempo
Para decir
Y para llorar.

Mas quien en el amparo de nada más
Que el calor y la sombra de sus propios brazos
Llora,
Tendrá tiempo más que suficiente
Para decir
Y para llorar.

Los artistas están hechos de tiempo,
De tiempo y de lágrimas.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Sacrificio Azteca

Juré que estabas desnuda, anoche
Como el cáncer de los sueños de los hombres
Al abrigo de mis dedos
Desnudos
Y por tus murmullos sibilantes
Dispuse mis tímpanos
A modo de ofrenda:
Antiguo sacrificio azteca
En busca de sangre.

Pero no estabas desnuda
Estabas cubierta
Por el mismo sueño inalcanzable
Y la sangre
Y la muerte
Jamás podrán ser
Ni surgir
De mis dedos.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El Grito

Siguiendo cada trazo de luz
En cada noche
Por cada esquina
De mi enfermedad,
Los trazos de luz son momentáneos
No son el tan ansiado
Alivio eterno.

Ser el trazo de luz
Y dejar de soñar en silencio
Equivale
A avanzar.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Mi Lata

Un poco de madera quemada
Un poco de plástico
Formando una pequeña fogata
En una pequeña lata
Como si tuviera que calentar mis manos
Y abrazar la nada.

Nunca es un gran trabajo
Pero toma tiempo aceptarla
Abrazarla,
La nada,
Por que siempre tendrás algo en la boca
Para saborear
Pero no puedes saborear la nada
Que esta ahí, siempre,
Como el fuego en mi pequeña lata.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sin Título

Hay algo que me fascina del tejido animal en estado de putrefacción. Más allá de cualquier paroxismo científico, lo más parecido que puedo encontrar, en este momento, a un grito lleno de desesperanza es el olor que desprende. Es decir, está claro que el tejido lleva muerto durante, al menos, unas horas pero aún así despide un hedor molesto, y hay pocas cosas más molestas que éste. Claro está, cumple perfectamente su objetivo y cualquiera puede notar que algo se está pudriendo. Hay que hacer algo al respecto.

Lo que aún no me ha quedado en claro es si este hedor es una manifestación de vida o el último grito de la dignidad de cualquier ser muerto pues no debe estar muy bien visto el podrirse por ahí al alcance de las narices del resto. Pero no es aquí donde yace mi fascinación, no por el momento… ¿Debería? Mi fascinación yace en que este olor, cual lágrimas que parecen emanar de las heridas, jamás logra hacer algo por recuperar la vida de el tejido y tampoco lo posiciona en una muy digna posición luego. Es, en conclusión, un sueño amargo, un quejido desesperanzado.

A veces, es así como me siento.