viernes, 28 de agosto de 2009

Introducción

Esta es la primera vez que me voy a referir a mí mismo como artista, esto es, fuera del mundo del verso. En este mundo soy un “Cantante de Lírica Maldita”. Seguramente no estoy armado de algún nuevo conocimiento, mucho menos a manera de epifanía, pero este mundo del verso es una nueva manera, al menos para mí, de tantear la vida. Es a este mundo al cual me refiero a la hora de deshojar el lirio, de encontrar incluso a través de las expresiones más banales y rutinarias una belleza que parece estar dormida…

Me presento, entonces, a ustedes como un artista.

A manera de introducción:

Cansado de explotar tus silencios,
Cansado de exhumar tus heridas
Recurro a ti hoy, cárcel mía
Si tan sólo logras que derrame una lágrima
Si la pasión por salir de ti resucita
Pretendo invocar mil odas indestructibles en tu contra
Y otras tantas al amor que mueve mis brazos.

Si existí para odiarte, está bien,
Si jamás soy de ti, está bien,
Pues jamás dejas de ser mía
Si me quitas por siempre el amor
También está bien, cárcel mía
Porque soy el engendro del averno,
Cantante de Lírica Maldita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario