Quien, en el auspicio de la muerte,
Ha llorado
Poco o nada tiene que decir,
Tal vez en falta de tiempo
Para decir
Y para llorar.
Mas quien en el amparo de nada más
Que el calor y la sombra de sus propios brazos
Llora,
Tendrá tiempo más que suficiente
Para decir
Y para llorar.
Los artistas están hechos de tiempo,
De tiempo y de lágrimas.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario